30 ene 2008

¿PUBLICIDAD ENGAÑOSA?




Estudios recientes sobre el consumo del vino, demuestran que, si el que lo prueba piensa que el vino es más caro o de mejor calidad, recibe una satisfacción mayor cuando lo prueba.


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NUESTRAS LIMITACIONES

Os dejo con esta historia publicada por Leo Alcalá, os la dedico para que la leaís en los momentos en las que no confieis al 100% en vosotros. Mua....
"No había terminado de levantarse cuando Diana ya estaba anunciando su miedo: hablar en público. Antes de hacer el ridículo, quiso dejar bien claro que toda su vida había sido torpe al verse en situaciones como la de ahora, en frente de 60 personas que la veían directamente a la espera de sus ideas.
Sin embargo, fue casi mágico. Luego de una breve pausa para llenar sus pulmones, fue definitivamente otra Diana la que habló sobre las reflexiones que su grupo había generado ante el video que acabábamos de ver. Nos encontrábamos en una de mis conferencias, justo después de haber compartido un video impactante, inspirador y lleno de mensajes poderosos—el video sobre la vida de Tony Meléndez.
La elocuencia de Diana y su certeza al hablar fueron impresionantes. Tanto así que una vez que finalizó su discurso, me vi inspirado a parar por un momento las conversaciones sobre el video para hacer evidente lo que acabábamos de presenciar.
No sólo fue una transformación instantánea, sino una magnífica muestra del poder de nuestras historias personales.
Momentos antes, cuando Diana estaba relatándonos su historia de cómo toda su vida le había huido a situaciones en las que tuviera que hablar en público, su rostro, su voz y su corporalidad proyectaban de manera coordinada un claro mensaje: debilidad e incapacidad.
Pero en un instante, luego de que le dije a Diana que dejara esa historia a un lado y que nos contara qué reflexiones había generado su equipo, la transformación fue inmediata: su espalda se enderezó, sus pulmones se llenaron de vida, su rostro tomó una expresión de certeza.
Luego de los aplausos del grupo por la magnífica reflexión que Diana acababa de compartir, pregunté a la audiencia si se habían dado cuenta de la transformación personal que se había manifestado ante nuestro ojos. Todos asintieron afirmativamente. Diana fue capaz de pasar de un estado mental, emocional y energético débil a uno de fortaleza y aplomo de un momento a otro.
Tuve que decírselo: “Diana ¿te das cuenta de lo que acaba de suceder?”. Creo que no sabía a lo que me refería.
“Sabes qué creo”, le dije. “Creo que por mucho tiempo te has estado contando una historia que ya, evidentemente, no te sirve más”. Su expresión reflejó confusión. Así que pasé a clarificar mi punto. Y es este:
Muchas veces lo que te frena y te separa de lo que quieres es la historia que te cuentas sobre por qué no eres capaz, por qué no te lo mereces, por qué no eres suficiente, por qué no tienes con qué.
Es como un cuento. Una serie de racionalizaciones que pretenden mantener el status de tu incapacidad para lograr algo.
Como escribió Richar Bach, “justifica tus limitaciones, y te quedarás con ellas”.