21 mar 2008

LA LLUVIA

Comienza el suave abrazo, la suave caricia de esta fina tela que roza mi piel, da color a mis mejillas y vida a mi sonrisa. Cae sobre mi rociándome con su inocencia y su vitalidad, rodeándome, abrazándome. Descubre ante mis ojos un mundo de belleza infinita, y de infinita comprensión. Unos dicen que es el cielo el que llora, sinceramente, ¿no se llora de alegría? ¿de placer? Su belleza y delicadeza es tan infinita y suprema, y aún así, baja hasta nosotros para deleitarnos con la vida, para continuar con nuestro ciclo vital. Se hunde en mis entrañas, alimentando mi alma con cada gota de su sabiduría, y mezclando en mi corazón las raices necesarias para crecer, para continuar una vez más con mis metas, con mi futuro. Es tan maravilloso y real su color, muestra el gris pálido de la melancolía, mientras se enconde entre los algodones que son su lecho, y deja fluir su vida para nosotros.Mi alma crece en pasión cuando se desgarra con sus gritos iluminando la noche, gritando al cielo y al viento el ansia de mis deseos, llorando a la soledad mis sueños más ocultos, sin ser realidad más que mis gritos, intensificados y aumentados por las negras sombras que hay sobre mi cabeza. Mis pulmones azotan los tejados, mi voz hace temblar las ventanas, mis palabras y mis frases suenan allá donde desee, constantemente marcadas por un tempo ágil y libre de cualquier ritmo, de cualquier atadura. Tan violenta es la reacción que creo nacer de entre las nubes y ser una con el agua que roza mi cuerpo atado en sus prisiones, en sus pensamientos.Dejo volar entonces la imaginación y mi mente es más veloz que el sonido y su sonrisa es la única melodía que me acompaña en mis ensoñaciones. Pero se vuelve a calmar nuestra ira, volvemos a rebosar tranquilidad y la pácifica inocencia vuelve a mi rostro y a su velo. Volvemos a acariciar el viento con nuestras húmedas manos y a abrazar cada elemento con nuestra frágil y diminuta existencia. Tan delicado su calor, tan extrañas sus palabras. El cuerpo se ve movido a bailar bajo su tela, a agarrar la nada, a sonreir al aire que te mira atónito sin apreciar la simple y llana marca que esta quedando en tu piel, perlada por la presencia de pequeñas gotas de libertad, que llegaron hasta ti surcando ese cielo donde vuelan tus delirios y sueños. El agua te mece en su seno llevandote a disfrutar de cada minuto a su lado como si una vida fuera marcada por tus sencillos pasos. Igual que da vida a plantas y manantiales, llega a alimentar tu ser con tal fuerza, que achacas tu felicidad a la insólita creencia de ser un todo con la naturaleza, de ser parte del ciclo que da vida a todo ser que te rodea, de ser uno contigo mismo, y abres tu alma, mostrando tu alivio y ahogando el olvido en el mismo agua que te proporciona la felicidad.Pero su roce termina, su suave fragancia te abandona para comprobar cómo tras ella se ve el cielo de la esperanza, marcado de un azul intenso, un azul que muestra el principio de tu alma libre y tranquila, pero entonces desconfías, y llega a ti la nostalgia de su abrazo y su libiana protección. Añoras entonces sus gritos y desgarros, sus pasiones allá en lo alto, su techo gris protector, su caricia de suave libertad, y la explosión de tus deseos y tu alma. Añoras ver su reflejo en sus huellas y notar sus fríos dedos sobre tus ojos, invitándote a cerrarlos y soñar más lejos de la propia imaginación. Tu alma se vuelve a cerrar y el momento de éxtasis acabó con su riego de vida.Sin embargo sabes que volverá, tu alma está convencida de que volverá a volar entre sus brazos y alcanzará de nuevo sus suaves gritos de luz, sabes con certeza que sus gotas surcarán de nuevo tu rostro, aunque forme surcos en tus arrugas, llenará de nuevo tu corazón de la más pura juventud, y volverás a volar, aunque sólo sea en sueños.

-Autor desconocido-


2 comentarios:

Yo y mis otros yo dijo...

Que hermos paseo me he dado en este blog...
palabras de lluvia...palabras que se escapan...y una lluvia que nos envuelve...


abrazos fuerte Queen...ya volveremos mis otros yo envian miles de abrazos también

Anónimo dijo...

Gracias a todos,....Que mejor momento que aquel en el que escuchamos la lluvia a través de la ventana...Muchas gracias a todos por venir a verme...Abrazos...